Claves para crear una estrategia basada en un CRM

Si existe actualmente algo básico para el funcionamiento de las empresas es un buen sistema CRM. Estos software forman parte de nuestro día a día y nos ayudan con la monitorización, gestión, etc de absolutamente todos los datos que están en nuestra empresa y que tengan que ver con nuestros potenciales.

Fundamentalmente, los CRM son programas que nos ayudan en la gestión de las interacciones que tenemos con nuestros clientes durante nuestro día a día. En una implantación correcta esta herramienta debería de participar en absolutamente todos los canales y departamentos siempre que exista esa interacción con los clientes.

El uso adecuado de este tipo de herramientas nos puede ayudar a generar estrategias que mejoren nuestros resultados y la relación con nuestros clientes. A la hora de definir una estrategia correcta debemos de atender a una serie de puntos para que sea de éxito y de los resultados estimados y sus beneficios.

Analizar los problemas que actualmente sufre la empresa en el ámbito de gestión de contactos

Los aspectos a valorar para hacernos una idea de la situación en la que se encuentra nuestra relación con el cliente son los siguientes:

Con que facilidad se accede a la información de los clientes.

Existe una visión general de la interacción con cada uno de los clientes. El histórico de las interacciones nos puede ayudar mucho a la hora de situarnos rápidamente.

Los resultados de las acciones comerciales están dando su fruto.

Como se realiza la forma de añadir o modificar un contacto. Realizar esta tarea de forma manual es crítica y más cuando se hace de forma masiva.

Definir los objetivos específicos que se buscan obtener con el CRM

La lista debe de ser detallada lo máximo posible. El CRM está diseñado para ayudar a la empresa a  que alcance sus objetivos relacionados con la mejora de la gestión de las relaciones con los clientes, contra mejor definidos y detallados, creando si es necesario objetivos jerarquizados, mejor.

Lo que se busca es desgranar el trabajo e identificar acciones concretas a nivel empleado o grupo de empleados que se debe de ejecutar y monitorizar.

Establecer los parámetros de medición de las acciones

Una vez establecidas las acciones a tomar, debemos de concretar cuáles van a ser los parámetros a monitorizar para conseguir tener controlado la evolución del proceso y poder corregir de forma eficiente cualquier desviación del plan trazado. Con esto conseguiremos ahorrar costes, aumentar los beneficios y generar una mejora directa a nuestro cliente.

Buscar la participación e involucración del trabajador en la estrategia de CRM.

Una vez definidos los objetivos, las acciones y los parámetros de monitorización toca involucrar a la parte más importante para que todo esto tenga fruto. Sin los trabajadores y su involucración no se conseguirán los resultados.

Es crucial que para que la estrategia funcione los trabajadores entiendan y sepan utilizar al cien por cien el CRM y que comprenda lo crucial que es seguir el guion de acciones a realizar.

Beneficios de una estrategia CRM

Los principales beneficios que podemos obtener del diseño de una estrategia CRM son los siguientes:

Compartir internamente información de nuestros clientes de forma fluida.

Mejorar el servicio de atención al cliente.

Disponer de una serie de automatizaciones que agilicen y procesos engorrosos.

Incentivar por parte de los empleados la colaboración y comunicación interna. Cuanta más información unificada y homogeneizada más fácil resulta la colaboración.

Incrementar la capacidad de análisis y de datos permitiéndonos tener una monitorización de la actividad para poder detectar desviaciones y poder tomar acciones que reconduzcan la situación antes de que sea muy tarde.

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