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Existen muchos factores que pueden afectar de forma negativa a tu salud auditiva. Entre ellos, uno de los principales es el ruido. A continuación revisamos, de la mano de los mejores expertos, en qué consiste la pérdida de audición inducida por el ruido. Sigue leyendo para conocer qué es la pérdida de audición inducida por el ruido, cuáles son sus características principales y qué puedes hacer para solucionar, prevenir o tratar este tipo de problema auditivo.
Pérdida de audición inducida por el ruido: qué es
La pérdida de audición inducida por el ruido es una pérdida auditiva permanente provocada por estar cerca de ruidos fuertes durante períodos extendidos de tiempo. Del mismo modo, también puede producirse la pérdida de audición inducida por el ruido si nos exponemos a ruidos fuertes en períodos cortos de tiempo, como por ejemplo explosiones, cohetes o disparos. Cuanto más cerca estén los ruidos fuertes más riesgo correremos de sufrir una pérdida de audición inducida por el ruido.
Como nos explican algunos expertos de audífonos en Madrid a los que hemos consultado para realizar este artículo, que el ruido afecte a nuestra audición siempre dependerá del tono, del volumen y de la cantidad de tiempo que nos encontremos expuestos a estos ruidos.
El volumen de los sonidos, que se mide en decibelios, y la duración de la exposición siempre incidirán directamente en nuestra salud auditiva. Cuanto mayor sea el volumen del sonido más corta tendrá que ser la exposición si queremos evitar sufrir daños a nivel auditivo.
De esta manera, el uso de herramientas eléctricas o trabajar en entornos muy ruidosos sin protección, escuchar música en auriculares ruidosos, asistir a conciertos o escuchar disparos puede dañar nuestra audición tras pocas exposiciones. Por ejemplo, si estamos expuestos durante varias horas a sonidos a más de 85 dB de forma diaria (por ejemplo en el trabajo), podremos empezar a experimentar a medio plazo pérdida de audición inducida por el ruido.
Causas de la pérdida auditiva inducida por el ruido
En el oído contamos con tres partes diferentes: el oído interno, el oído media y el oído externo. El oído interno se ubica en el cráneo y es la parte más compleja. El tejido blando se encuentra formado por distintos tipos de células y de nervios rodeados por tubos llenos de líquidos. De esta manera, la pérdida auditiva sucede cuando se daña el oído interno.
Exponernos de manera frecuente a ruidos fuertes o moderadamente fuertes en períodos prolongados puede llegar a dañar el tejido blando del oído interno. Todas las células y los nervios que se ubican en el oído interno se van destruyendo por la exposición continuada o repetida de sonidos fuertes. De esta forma, si se destruyen bastantes nervios y células la audición se dañará de manera permanente.
Síntomas básicos de la pérdida de audición inducida por el ruido
Muchas personas no se dan cuenta del peligro que supone la exposición constante a ruidos porque provoca pocos síntomas en un principio. La pérdida de audición provocada por el ruido no suele ser dolorosa y por tanto los síntomas son complicados de identificar.
Si presentamos pérdida de audición inducida por el ruido es probable que sintamos una sensación de congestión o de presión en los oídos. También es probable que escuchemos a otras personas de forma lejana o amortiguada y que experimentemos zumbidos en los oídos, que escucharemos especialmente cuando nos encontremos en lugares tranquilos.
Se trata de síntomas que pueden llegar a desaparecer en minutos, en horas o en días después de que termine la exposición a los ruidos. Muchas personas creen que si los síntomas desaparecen sus oídos volverán a escuchar bien, pero esto no es cierto.
De hecho, incluso si no sentimos síntomas, es posible que algunas de las células en nuestro oído interno estén destruidas por la exposición al ruido. La audición solamente volverá a la normalidad si todavía quedan células sanas en nuestros oídos internos, pero desarrollaremos una pérdida auditiva duradera si la exposición al ruido se repite en el tiempo y se van destruyendo más células.
La primera de las señales que nos avisará de que estamos experimentando una pérdida auditiva inducida por el ruido sucederá si no podemos escuchar sonidos agudos como el canto de los pájaros. Del mismo modo, también podemos presentar problemas para entender a otros interlocutores si estamos en medio de una multitud o en un área en la que haya mucho ruido de fondo. Si el daño sigue, la audición irá disminuyendo más y más y los sonidos graves también se volverán incomprensibles.
Si tenemos que gritar para que nos escuchen, no podemos escuchar a alguien que se encuentra a menos de metro y medio o alguien puede escuchar la música que estamos oyendo con auriculares, sin duda éstas serán señales claras de que los sonidos son demasiado fuertes y pueden llegar a dañar nuestra audición a largo plazo.
Consejos de prevención de la pérdida de audición inducida por el ruido
Finalmente, si quieres prevenir la pérdida de audición inducida por el ruido, deberías tener en cuenta los consejos siguientes.
En primer lugar, es importante que reduzcas la exposición al ruido. Se trata de un punto fundamental para las personas que trabajan en entornos ruidosos. En estos casos es fundamental utilizar protecciones para los oídos y reducir la exposición al ruido escogiendo opciones tranquilas en los momentos de ocio.
También es recomendable utilizar tapones para los oídos si vamos a estar expuestos a ruidos o sonidos fuertes durante mucho tiempo.
Del mismo modo, los expertos recomiendan también el utilizar materiales de aislamiento acústico para reducir este ruido tanto en el trabajo como en el hogar y no usar diferentes máquinas o elementos ruidosos al mismo tiempo como por ejemplo el televisor o el equipo de música.
Además, es fundamental no evitar ruidos molestos con otros sonidos (un ejemplo clásico es subir el volumen de la radio para no escuchar el ruido del tráfico), así como acudir a realizarnos revisiones auditivas de manera regular, sobre todo si estamos expuestos a ruidos fuertes en nuestro trabajo o en nuestro tiempo de ocio.
