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Alquilar un piso no es fácil, incluso cuando hay decenas de candidatos interesados en vivir en la vivienda. Y es que no todos los inquilinos nos van a dar buenos resultados. Por ese motivo, es fundamental realizar un casting para intentar optar por la mejor alternativa. Aunque es verdad que no siempre se acierta a pesar de hacer una investigación profunda de los candidatos.
No importa si el alquiler es por la totalidad de la vivienda, temporal o por habitaciones. Encontrar al inquilino adecuado es fundamental para que el resultado del alquiler pueda ser bueno.
¿Por qué elegir al inquilino adecuado?
Cuando pensamos en el inquilino adecuado, siempre pensamos en esa idea para evitar el temido impago. Pero la verdad es que un buen inquilino nos dará tranquilidad en muchos otros aspectos.
Por ejemplo, un buen inquilino nos dará la seguridad de que la vivienda va a estar en buenas manos y en consecuencia no va a sufrir deterioros. Cuando hablamos de deterioros nos referimos a daños importantes en la vivienda, no al desgaste común del uso. Pero otro motivo para elegir un buen inquilino es evitar molestias a los vecinos. Pero por desgracia, por muchos estudios que se hagan no siempre es fácil acertar. Por ese motivo, si te encuentras en esa situación te vamos a mostrar qué hacer.
¿Qué hay que hacer si los vecinos se quejan de los inquilinos?
Aunque pueda parecer mentira, se dan muchos casos en los cuales los inquilinos pasan los filtros sin problemas y luego dan problemas al resto de los vecinos. Por desgracia no hay una clave que asegure el buen comportamiento, solo podemos intentar acertar. Si tienes la mala suerte de que tus inquilinos molestan a los vecinos de otras viviendas o incluso de habitación, entonces te recomiendo poner en práctica los siguientes consejos para intentar resolver el problema.
Cuando te enfrentas a un inquilino problemático, el primer paso es establecer un diálogo abierto. Acércate de forma tranquila a la persona involucrada y explícales las inquietudes que has recibido por parte de los vecinos. Permítele también exponer su perspectiva y evaluar si es necesario tomar medidas adicionales. Simultáneamente, es crucial mantener contacto con los vecinos afectados para asegurarte de que las quejas sean consistentes y reflejen una preocupación compartida. Si lo consideras necesario, indica al arrendatario la importancia de respetar a los demás residentes para garantizar un ambiente armonioso en la comunidad.
Otra fase importante es revisar el contrato de arrendamiento. Algunos acuerdos pueden incluir disposiciones específicas que aborden el comportamiento del inquilino en relación con los vecinos. Si el arrendatario ha violado alguna de estas cláusulas, podrás utilizar esa base para iniciar acciones más serias. De todos modos, es recomendable primero dirigirte directamente al inquilino para que reflexione sobre su conducta y evite futuras molestias.
Si tras los intentos de comunicación no hay mejoras, podrías considerar recurrir a acciones legales. En algunos casos, los contratos de arrendamiento incluyen procedimientos establecidos para hacer frente a conductas disruptivas. Si estas cláusulas no están presentes, puede ser necesario contactar con un abogado especializado para explorar las mejores opciones legales. Es fundamental enviar una notificación escrita al inquilino detallando las quejas recibidas, el comportamiento inadecuado y las cláusulas del contrato que están siendo incumplidas, de forma que se tenga constancia formal de la situación antes de proceder a mayores medidas.
¿Qué obligaciones tiene el inquilino?
Es importante destacar que el inquilino en un primer momento no tiene obligaciones con la comunidad de vecinos porque no es propietario. Eso sí, una cosa es que no pueda tomar decisiones y otra muy distinta es que no deba respetar las decisiones. Al vivir en la comunidad, esas decisiones deben ser cumplidas para conseguir una buena convivencia.
Por ejemplo, el inquilino no tiene que pagar la cuota de la comunidad de vecinos, a no ser que en el contrato se indique lo contrario. En cambio, sí que debe respetar la convivencia para que el día a día funcione todo correctamente.
El inquilino sí que tiene la obligación de tratar bien al resto de los vecinos. Al igual que tiene la obligación de cumplir la ley del ruido. Esta ley deja constancia de que a partir de las 21 o 22 horas hasta las 8 horas no se pueden hacer ruidos para permitir el descanso del resto de los vecinos. Ese periodo de bajo ruido depende de la comunidad autónoma, pero normalmente está dentro de esos horarios. Durante ese horario no se puede poner la televisión demasiado alta, hacer obras o mover muebles que puedan molestar. El objetivo es que la convivencia sea posible entre todos los vecinos.
¿Se puede echar a un inquilino que molesta a los vecinos?
Si tras usar otras vías de comunicación ves que el inquilino sigue molestando a los vecinos, entonces tendrás que usar otras herramientas para echar al mismo y así conseguir que la comunidad de vecinos pueda disfrutar de una buena tranquilidad.
La primera medida que recomiendan los expertos de SEAG es llamar a la policía. El objetivo es dejar pruebas por escrito de los avisos. Esas pruebas ayudarán ante un posible juicio si fuese necesario. Los avisos a los inquilinos como a la policía serán claves. Eso sí, todo debe quedar por escrito para que pueda presentarse como pruebas. Un aviso verbal al inquilino no se puede presentar como prueba.
Para tener más opciones de echar al inquilino es importante que recabes pruebas. La de la policía será una, pero también será importante mostrar las quejas de los vecinos.
Los expertos también recomiendan celebrar una junta extraordinaria con los vecinos. El objetivo es llegar a un acuerdo para solucionar el problema a través de diferentes acciones legales. En conjunto será más fácil hacer fuerza para conseguir la expulsión y que la convivencia pueda volver a ser una realidad.
Finalmente tendrás que presentar una demanda. Si tienes contratados los servicios de SEAG no solo disfrutarás de la seguridad de cobrar todos los meses, también obtendrás otros extras como los gastos jurídicos cubiertos o la defensa jurídica contra okupación entre otros. Sin lugar a dudas, contratar el alquiler garantizado de SEAG es la mejor decisión por la gran cantidad de beneficios que se obtienen, incluso al echar a un inquilino cuando su comportamiento no es el adecuado.
