¿Cuántos decibelios hay en una discoteca?

¿Te has preguntado alguna vez cuántos decibelios hay realmente en una discoteca? Sumergirse en la experiencia vibrante de la música y las luces destellantes puede ser emocionante, pero la intensidad del sonido juega un papel crucial.

En este artículo, exploraremos la sorprendente cantidad de decibelios que se encuentran en estos lugares de entretenimiento nocturno. Desde el bombo de la música hasta el murmullo de la multitud, desentrañaremos el misterio detrás del nivel de ruido en las discotecas, y cómo esto puede afectar nuestra salud auditiva.

¿Cuántos decibelios hay en las discotecas?

Aunque no suele ser una pregunta que nos hagamos en muchas ocasiones, es importante saber que las discotecas como otros bares tienen regulado el número de decibelios que pueden tener. Cuando entramos en una discoteca rápidamente nos damos cuenta de que la música está a tope, pero no solemos pensar en los decibelios.

Por lo general, en las discotecas de Madrid, el nivel de volumen permitido oscila entre 85 y 100 decibelios. Esto varía según los sistemas de insonorización de la sala y la aprobación del ayuntamiento en función de sus características. Cuando el sonido supera los 120 decibelios, se vuelve realmente molesto y dificulta la comunicación, incluso con alguien que esté gritando a nuestro lado.

Es importante destacar que, a pesar de que algunas canciones pueden tener momentos muy ruidosos durante nuestras sesiones en las discotecas, existen regulaciones que imponen límites para evitar picos de sonido que puedan dañar nuestra audición. Estos sistemas de limitación están diseñados para proteger nuestra capacidad auditiva y cumplir con las normativas establecidas.

Lo que es verdad es que cuando vamos a una discoteca nos gusta escuchar la música alta, pero nunca debe pasar unos límites. La música demasiado alta no solo impide que la persona que está a nuestro lado no pueda comunicarse con nosotros ni a voces, sino que también puede provocarnos problemas de audición y dolores de cabeza intensos. Por ese motivo, todo está regulado para que la fiesta esté garantizada sin que el volumen en exceso pueda provocarnos problemas.

Eso sí, a pesar de que todo está regulado, seguro que te ha pasado que en el momento de salir de la discoteca has notado que los pitidos no paran de pitar. Eso se debe a que has estado sometido a un estrés auditivo alto, lo que hace que el pitido sea común en todas las personas que salen de la discoteca.

Para evitar el temido pitido, se recomienda no estar expuesto a la música alta durante mucho tiempo y además se recomienda que en la medida de lo posible esa exposición no sea diaria. Una exposición diaria a la música alta de la discoteca sí que puede provocar problemas auditivos a medio y largo plazo, al igual que los puede provocar los auriculares cuando escuchamos la música muy alta.

El problema es que a corto plazo no sentimos los síntomas, es decir, los problemas se van acumulando y dichos síntomas los notamos a medio y largo plazo. Al darse estos síntomas a largo plazo vemos como el problema ya no tiene solución y por ese motivo cada vez son más las personas que necesitan llevar audífonos.

¿Cuántos decibelios puede soportar el oído humano?

A través de la OMS hemos podido ver que a partir de los 55 decibelios el oído humano comienza a sufrir. Eso quiere decir que el ruido o sonido por debajo de esa cifra puede ser aguantado sin problemas por el oído y en consecuencia no se altera la salud auditiva.

El problema real comienza cuando el nivel de ruido comienza a sufrir ese nivel. Eso significa que desde los 55 a 75 decibelios podemos decir que estamos sometidos a un ruido considerable. Ese tipo de ruido comienza a dificultar una comunicación directa. Por ejemplo, podemos enchufar el aspirador, el cual suele emitir 65 decibelios y ya tenemos problemas a la hora de hablar con otra persona. El problema va a más cuando aumentamos a los 75 decibelios. La audición sufre más y la comunicación se complica todavía más. Ese nivel de ruido lo podemos sufrir en la calle o viendo la televisión a un volumen realmente alto.

En ocasiones el sonido puede ir de los 75 a 100 decibelios. Este nivel de ruido es considerado como elevado y en muchas ocasiones puede ser molesto. Ese sonido puede ser molesto sobre todo cuando se alarga en el tiempo como puede ser un atasco de tráfico. También es realmente molesto la señal acústica de la policía. Está claro que por encima de 75 decibelios el oído sufre mucho. Y si no se producen descansos, esa exposición podría provocar daños de audición importantes.

Entre los 100 y 120 decibelios podemos decir que estamos ante un ruido realmente alto. Estos niveles suelen registrarse en los conciertos, discotecas, taladro… Se estima que el oído necesita descansar del sonido durante 16 horas por dos horas de exposición a estos niveles. Por ese motivo, en la medida de lo posible hay que evitar esas exposiciones si no queremos sufrir lesiones auditivas.

Si se superan los 120 decibelios se dice que se está superando el umbral del dolor. Eso significa que la probabilidad de sufrir lesiones auditivas es muy alta.

Para evitar problemas, lo mejor es evitar las exposiciones a ruidos demasiado altos y de manera prolongada. Y si el daño ya está expuesto, lo mejor es disfrutar del servicio de un audífono, no cometas el error de intentar ocultar el problema o irá a más. En https://www.audifonos-madrid.com/ podrás encontrar los mejores audífonos y centros de audición en Madrid. Ponerse en contacto con expertos siempre es una gran idea. Así podrás poner solución lo antes posible. Recuerda, ocultar el problema de audición puede provocar aislamiento.

¿Riesgo de sordera en la discoteca?

La respuesta es sí, cuando entramos en una discoteca y no dejamos recuperar el oído correctamente, la probabilidad de sufrir a medio y largo plazo problemas de audición aumenta.

Eso no quiere decir que el problema surja si vamos a la discoteca una vez a la semana durante un par de horas. Pero si vamos muchos días y estamos expuestos al sonido elevado durante muchas horas, las probabilidades aumentan.

Según los últimos datos, la generación Z tendrá muchos más problemas de audición porque su exposición ha sido mucho más alta. Y es que como comentamos anteriormente, el problema surge porque no somos conscientes en ese momento de que el oído está sufriendo. Como no notamos nada a corto plazo, seguimos exponiéndonos a los sonidos elevados. Pero la factura nos llega con el paso del tiempo.

Lo que está claro es que cuando salimos de un sitio el cual nos ha expuesto a un nivel de ruido elevado y en consecuencia nos pitan los oídos, estamos recibiendo una señal de alerta. Si no le prestamos atención, el problema irá a más y en consecuencia la probabilidad de tener que llevar audífonos en el futuro por problemas de audición aumentará de manera considerable.

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