En el mundo del ocio nocturno, como en otros sectores del mercado, en algunas ocasiones pueden verse casos claros de competencia desleal. En este artículo hablamos de este tipo de situaciones, y te contamos cuando puede ser necesario el contratar los servicios de un detective para hacer frente a este tipo de competencia desleal.
El ocio nocturno y la competencia desleal: en qué casos contratar detectives
En muchas ocasiones, las empresas y locales de ocio nocturno no cumplen con las normativas municipales de forma estricta, mientras que existen empresas que llevan todavía con menos laxitud este tipo de normativas.
En cambio, existen locales que siguen a raja tabla este tipo de normas, y es por tanto esta diferencia entre unos locales de ocio nocturnos y otros lo que hace que estemos hablando de competencia desleal, ya que, legalmente está prohibido que los locales con el mismo formato excedan ciertos horarios o incumplan algunas normas, y al cumplir con una legalidad unos, y otros no, sin duda se está incurriendo en un tipo de ventaja para los locales que no siguen las leyes y normativas que puede calificarse como competencia desleal.
Lo cierto es que esto pasa muy a menudo. Entre los incumplimientos más frecuentes que suponen competencia desleal en el mundo del ocio nocturno encontramos el incumplimiento de los horarios, que hace que muchos empresarios que sí cumplen con la normativa se pregunten para qué sirve tanta legislación si después no se cuenta con herramientas para hacer cumplir estas normativas.
De hecho son un gran número los propietarios que sí siguen las normas que tienen que ver como la competencia la incumple todos los días, haciendo caso omiso de los horarios de cierre que se especifican para su licencia.
Este es uno de los primeros casos en que puede resultar interesante contratar a un detective privado como los que podemos encontrar en Doverty. Tanto la competencia como los vecinos de la zona, afectados por el ruido, el ambiente y la suciedad en la zona, están legitimados en estos casos para contratar a un detective privado y poder denunciar con pruebas este tipo de acto delictivo.
Poder registrar el horario de cierre leal y el cese de actividades del local es un trabajo interesante para un detective, algo duro por las horas a las que se debe trabajar pero sencillo de controlar y que permite conseguir muy buenos resultados. En estos casos el informe de un detective privado puede ser la única forma de poder probar la comisión de este tipo de infracciones, pero el resultado está totalmente garantizado en la mayoría de casos.
Del mismo modo, otro de los casos de competencia desleal en el ocio nocturno en los que resulta especialmente interesante contratar a un detective es cuando un local no cuenta con las licencias adecuadas. Por ejemplo, encontramos pubs realizando actividades de discoteca, o discotecas al aire libre en locales que realmente tienen licencia de restaurante. Esto es un incumplimiento de la normativa mucho más común de lo que pensamos, sobre todo en los meses de verano.
La justicia es lenta y es por este motivo que muchos empresarios se deciden a realizar este tipo de acciones con total impunidad, en perjuicio de los locales que sí cuentan con las licencias correctas y cumplen su normativa. De esta manera, para poder iniciar las actuaciones legales lo antes posible es necesario contar con pruebas, y para ello, nada mejor que contratar a un detective. El informe del detective privado servirá como prueba constatable de este acto delictivo y se podrá presentar ante las autoridades, para poder presionar con pruebas y asegurarnos de que la ley se cumple lo antes posible.
Asimismo, también suele ser bastante frecuente el incumplimiento de los aforos. En muchas discotecas y pubs, sobre todo en la zona de la costa, se superan con mucho los aforos permitidos. Esto no sólo es peligroso para la seguridad de los asistentes, sino que es totalmente ilegal.
Para poder denunciar este tipo de hechos con pruebas, las habilidades de los detectives privados también pueden ser de gran ayuda, ya que podrán constatar este hecho y tomar fotografías para poder adjuntarlas después en la denuncia al local ante las autoridades competentes en esta materia.
En muchos locales también se hacen ofertas ilegales o se cae en una mala praxis del ejercicio de la profesión. De hecho, son muchos los locales de ocio nocturno en los que abundan promociones con apología del consumo de todo tipo de drogas o con componentes sexuales. Es un tipo de publicidad fácil y que suele atraer a bastantes clientes amantes de la noche.
En estos casos, un detective puede ayudarnos a destapar este tipo de prácticas que sin duda constituyen competencia desleal y son totalmente ilegales, dejando constancia del lugar, la fecha y la hora de este tipo de actividades para poder comunicarlo a las autoridades y realizar la pertinente denuncia al local de ocio nocturno.
En este punto, son muchas las empresas que también se saltan la prohibición de la mayoría de edad dejando entrar en sus locales a jóvenes y personas menores de edad, e incluso menores de 16 años. La total impunidad que existe ante este tipo de prácticas en nuestro país deja en una clara desventaja a los empresarios que se ajustan a la normativa y que ven de esta forma reducidas sus probabilidades de competir de manera legal.
Finalmente encontramos el caso de los “RRPP” de los locales de ocio nocturno. La regulación de este tipo de profesionales depende de cada normativa municipal, pero normalmente se incumple claramente la regulación en cuanto a número, funciones y localización de este tipo de actividades pautada por las normativas.
Los detectives privados podrán registrar este tipo de prácticas y aportar pruebas para poder denunciar este tipo de competencia desleal y estos actos ilegales ante las autoridades.
En conclusión, si bien todos estos puntos competen en la investigación a las autoridades locales, lo cierto es que como perjudicado directo es totalmente legal contratar a un detective privado para que pueda constatar y obtener pruebas de todo este tipo de prácticas totalmente contrarias a la legalidad y a los intereses legítimos de los afectados.